¿De selección natural a selección manual?

Fragmento final del capítulo "La evolución" del manual
Fundamentos de Psicobiología, VVAA.

«Los acervos génicos de las poblaciones actuales son distintas soluciones a los retos ambientales pasados y presentes. También representan posibilidades de supervivencia, mayores o menores en función de su variabilidad, para los retos futuros. La selección natural es un proceso que actúa permanentemente sobre ellos, provocando el cambio o evitándolo; no emite juicios de valor, no tiene dirección, es oportunista y, por ello, hace que la evolución tome el camino que las circunstancias van imponiendo en cada momento, bien para generar nuevas especies o bien para hacer que sucumban. Nuestra especie no escapa a estas circunstancias, aunque la transmisión extragénica que supone la cultura hace que alguno de los elementos aquí tratados deba interpretarse de una forma particular y sumarse a los propios de la evolución cultural para explicar nuestra realidad.

La elección del sexo de nuestros hijos, la selección de embriones para eliminar determinados alelos en la descendencia o la clonación de animales que han demostrado poseer cualidades especiales para realizar determinadas tareas es ya una realidad. En un futuro, quizá más cercano de lo que creemos, el enriquecimiento génico para aumentar, por ejemplo, la resistencia al agotamiento y el cociente de inteligencia será una realidad. Hasta hace poco, todas estas actuaciones eran propias de las novelas de ciencia ficción. Sin embargo, los avances en la reproducción asistida, la secuenciación del ADN, la ingeniería genética o la clonación, harán posibles estos hechos y muchos más que aún no imaginamos. No cabe duda de que ello puede contribuir a mejorar la calidad de vida de nuestros descendientes, pero estas nuevas técnicas han puesto también en nuestras manos las herramientas necesarias para dirigir el futuro de cualquier especie incluida la nuestra. Las consecuencias que de ello se deriven no las conocemos. Hasta ahora, la evolución ha estado sujeta a las leyes del azar y la necesidad, a la variabilidad y a la selección natural. Todos los seres vivos que nos rodean (salvo los animales domésticos y las plantas utilizadas en la agricultura) se han originado a través de estos mecanismos de evolución. Sin embargo, las nuevas técnicas genéticas y de reproducción asistida nos están permitiendo controlar o eliminar el azar, interviniéndose directamente, ¿quizá peligrosamente?, sobre dos de los pilares de la evolución: la variabilidad y la herencia genética. La cuestión entonces es: ¿quién establece ahora la necesidad? ¿Quién o quiénes realizarán la selección?»