Cuando el embrión inicia su vida no hay diferencia entre macho y hembra. Antes de la séptima semana, las gónadas de ambos sexos poseen un aspecto idéntico y se denominan
gónadas indiferenciadas. En principio, y aunque no es riguroso expresarlo de este modo, podríamos decir que el desarrollo normal del embrión sería siempre hacia el sexo femenino. El desarrollo del fenotipo masculino requiere la presencia de un cromosoma Y, que solo poseen los hombres, donde se encuentra un gen maestro:
el gen SRY (según la nomenclatura de la HUGO, "sex-determining region Y"), tan importante como la proteína que codifica: el TDF o
factor determinante de los testículos. Si el feto es masculino, pasadas unas ocho semanas desde la concepción, se activa este gen y comienzan a aparecer las diferencias. Para llevar a cabo su labor masculinizadora, el gen SRY activa otro gen (AMH) que regula la fabricación de la
hormona Müller-inhibidora, que impide el desarrollo de los órganos femeninos internos. Bajo la influencia del factor organizador, los cordones gonadales se diferencian en cordones seminíferos (futuros túbulos seminíferos). Siempre me pareció muy curioso, es como si lo normal fuera formar mujeres, y si queremos formar chicos tenemos que "inhibir" los factores normales. Por su parte, los testículos fetales en formación comienzan la síntesis de testosterona, la hormona sexual masculina que conduce a la formación del tracto genital masculino. El gen SRY funciona de este modo como una especie de interruptor genético:
El FDT funciona como una aguja para el cambio de vías: si está asusente, el tren prosigue a lo largo de las vías femeninas; si está presente, desvía el desarrollo hacia las vías viriles.
El misterio de los genes
La ausencia de un cromosoma Y determina la formación de un ovario. Por tanto, y en resumen, el tipo de dotación cromosómica sexual establecida en la fecundación (XX ó XY) determina el tipo de gónada que surge a partir de la gónada indiferenciada. A continuación, el tipo de gónada presente determina el tipo de diferenciación sexual que tiene lugar en los conductos genitales y en los genitales externos. Si son testículos, producirán testosterona y eso determinará una diferenciación masculina. Sin embargo, la diferenciación sexual femenina primaria parece no ser aún del todo conocida; se sabe que tiene lugar incluso antes de que haya ovarios y parece no estar sujeta a control hormonal alguno.
No obstante, el gen SRY no es el único ingrediente necesario para producir machos. Existen otros genes que también deben entrar en acción para mantener el desarrollo de la marcha. Algunas veces el proceso no funciona bien en algún punto y el resultado puede ser confuso y a veces trágico. Actualmente se sabe que la traslocación del gen SRY a uno de los cromosomas X explica una proporción importante de los hermafroditismos registrados.
Fuente principal: Embriología clínica: el desarrollo del ser humano (Moore y Persaud)
Apoyo: El misterio de los genes (Dean Hammer y Peter Copeland)
5 comentarios:
Y si no me equivoco los casos de "hombres atrapados en el cuerpo de una mujer" y viceversa se dan por carencias en dichos factores diferenciadores, ausencias de unos y presencias de otros, etc
Muy agradecido por esta pequeña lección de genética y sexo. La verdad, no tenía idea.
Sólo les poseo a todos y no me pregunto más.
Daemonicus Imprimatur.
@vigoexiste: pues no tengo a mano datos concretos sobre el tema, pero eso que dices suena muy razonable, sí :-)
@Daemonicus: como siempre me dijo mi padre, "tú no lo pienses, las cosas o se hacen en caliente o ya no se hacen" :-P
Interesante lección de genética..
Que misterioso sistema.
Saludos
al final va a resultar que dios creo primero a la mujer, y que los hoombres salieron de nuestras costillas...jausjuasjuas...
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