La eyaculación precoz a debate

Según el Estudio Epidemiológico para la detección de Disfunciones Sexuales en pacientes de Atención Primaria realizado por los Dres. Lorenzo Guirao y Luis García- Giralda en representación de la Asociación para la Investigación de Disfunciones Sexuales en Atención Primaria (AIDS-AP), tres de cada diez hombres sufren algún grado de eyaculación precoz, aunque en España la proporción se sitúa alrededor del 16%, y señala también que el 89% de estas disfunciones se producen antes o durante el primer minuto de la penetración, aunque en realidad se trata de un problema cuya existencia o gravedad debe valorar la pareja. ¿Por qué? Porque es un problema muy difícil de precisar, hay criterios encontrados entre quienes abordan su estudio y yo añado que bastante relativos e imprecisos.

Podemos empezar por la Wikipedia, donde se ven los distintos esfuerzos realizados por "medir" este problema cuantitativamente...

El equipo de investigadores Masters y Johnson cita que un hombre sufre de eyaculación precoz si eyacula antes que su amante logre un orgasmo en más del 50% de sus relaciones sexuales. Otros sexólogos han definido a la eyaculación precoz cuando un hombre eyacula menos de dos minutos después de la penetración, aunque una encuesta hecha por Alfred Kinsey en los años 1950 demostró que 3/4 partes de todos los hombres eyaculan en menos de dos minutos después de la penetración, en más de la mitad de sus relaciones sexuales. Hoy, la mayoría de los especialistas definen a la eyaculación precoz como la falta de control eyaculatorio a tal punto que interfiere con el bienestar sexual y emocional de uno o ambos amantes.

... para acabar abordándolo desde un punto de vista más cualitativo, y en mi opinión más acertado porque ¿por qué el límite tiene que ser 120 segundos? ¿quién fija ese tiempo y con arreglo a qué criterio y fundamento?

Kusnetzoff distingue entre eyaculación precoz, cuando la eyaculación se produce antes de la penetración, y eyaculación rápida, cuando se produce casi inmediatamente después de la penetración.

Según la Sociedad Internacional de Medicina Sexual (ISSM), para que un hombre sufra eyaculación precoz deben darse tres factores:

- Control: no es capaz de controlar la eyaculación.
- Tiempo: el hombre tarda poco tiempo en eyacular.
- Angustia: las consecuencias de su disfunción le provocan estrés y angustia.

Seguimos con el problema de la medición, ¿cuánto es "poco tiempo"?, aunque el tercer factor vuelve a apelar al bienestar de la pareja y a considerar el problema en términos de calidad antes que de cantidad. Estos tres factores representan en realidad tres líneas teóricas de consideración de la eyaculación precoz, cada una con sus propios autores. En este sentido, podemos decir que lo que ha hecho la ISSM ha sido coger estos criterios y convertirlos a los tres en condiciones necesarias para hablar de eyaculación precoz.

Tradicionalmente se distinguen dos clases de eyaculación precoz: primaria, cuando ha existido siempre, y secundaria cuando se instaura a partir de algún momento de la vida del individuo. Por su parte, la escala de Hastings diferencia 4 grados de eyaculación precoz, desde la forma más leve, que es más de tipo ocasional y/o debida a inseguridad, estrés o largos períodos de inactividad sexual (por tanto se hablaría de eyaculación precoz secundaria), a la más grave, en donde la disfunción ocasiona en el sujeto un grave problema de tipo psicológico afectándole en todos los aspectos de su vida, pudiendo incluso causarle aversión al sexo (puede ser eyaculación precoz primaria o secundaria).

Volviendo al tema de los tiempos, en algunos sitios se pueden ver gráficas comparadas en donde se presenta la eyaculación precoz frente a la considerada normal, tal que así:

De donde más de uno podría deducir erróneamente que si no está en faena por lo menos media hora no es "normal". En mi opinión, la gráfica está exagerada y su único propósito es ilustrar la idea de que la clave de la eyaculación precoz es la falta de control... ¿sobre qué? porque en muchos sitios se expresa como "falta de control sobre el reflejo eyaculatorio". Error. No se llama reflejo eyaculatorio porque los espermatozoides se miren en el espejo. Se llama así porque, por definición, los reflejos los regula la médula espinal, que es un sistema de control involuntario. "La eyaculación normal es la que se produce de forma voluntaria, cuando el varón lo desea" es otra perla que podemos leer por ahí. Esto tampoco es exacto. Decir que la eyaculación es voluntaria puede inducir a error. La eyaculación no se puede controlar. Lo que sí se puede hacer voluntariamente es manipular la estimulación alargando la fase de meseta antes del clímax, que no es lo mismo. Y por cierto, este es de hecho uno de los procedimientos indicados en el tratamiento de este problema (el método "parar y empezar"). Se trata de identificar el punto de no retorno y detener la estimulación unos segundos al acercarse a él. De este modo, la sensación de inminencia eyaculatoria desaparece, devolviéndonos a la fase de meseta. Lo que es discutible son los tiempos.

¿Cuál es el tiempo normal que transcurre antes de que la eyaculación ocurra?

Es cierto que el tiempo que transcurre entre la penetración y la eyaculación es importante, a dicho tiempo se le conoce como tiempo de latencia eyaculatoria. Sin embargo, no existe un tiempo a partir del cual se marque la diferencia entre lo normal y lo anormal, aunque pareciera ser que la mayoría de los casos que se autocatalogan como eyaculadores precoces lo tienen menor a 3 minutos, a diferencia de lo que no se consideran como eyaculadores precoces que lo tienen en promedio de 8 minutos. Existen otros factores como el grado de control que tiene el paciente sobre la eyaculación y el grado de molestia que ocasiona a la pareja que juntos con el tiempo constituyen los elementos principales a corregir en el tratamiento del problema.

Dr. Rafael Martínez, Servicio de Urología del Hospital Universitario Dr. José E. González

Por otra parte, tampoco está de más recordar que desde el punto de vista de la biología evolutiva, esto no constituye un problema, sino casi más bien al revés:

En realidad, el varón está genéticamente diseñado para eyacular enseguida, por razones evolutivas evidentes: la transmisión de genes es el principal objetivo y hay prisa por fecundar a la hembra antes de que aparezca un depredador o un macho más poderoso. En definitiva, si fuera por la naturaleza, todos los varones serían eyaculadores precoces.

Mercedes Peláez para Psychologies Magazine, número 59

En la actualidad se puede cambiar el depredador por otra cosa: "voy a hacerme una paja rápido antes de que lleguen mis padres". ¿Qué hombre no ha pensado nunca esto o algo similar? Pues sí, pues es eyaculación precoz. ¿Cómo no va a haber eyaculadores precoces? A los muchachos les meten prisa ya desde jóvenes y luego pasa lo que pasa. Y es que aunque esté bromeando, los malos hábitos luego pasan factura.

"La eyaculación precoz no es una disfunción porque los varones estamos genéticamente diseñados para llegar al orgasmo nada más iniciarse la eyaculación", sostiene Antonio López Delgado, psicólogo y terapeuta sexual. "Solo es un problema si así lo vive la pareja". Para López Delgado, la carga que la sociedad echa sobre los hombros del varón en la actividad sexual -él debe ser el iniciador y el maestro- genera ansiedad y deteriora la propia vida erótica. "A mi consulta han venido hombres que piensan que son eyaculadores precoces porque no aguantan tres cuartos de hora en erección. Es absurdo". López Delgado entiende que si la eyaculación precoz es en muchos casos un punto de tensión e insatisfacción en la pareja, no es así en todos los casos. "Hay parejas en las que el hombre tarda un minuto en eyacular y las mujeres lo consideran una bendición porque abrevia una actividad que no les gusta".

A menudo es cuestión de dejar de primar el orgasmo, pasando de un modelo sexual centrado en la excitación a otro basado en la voluptuosidad. "Es importante que no se viva como un castigo a su pareja", dice Casaubon. "Y pensar que el placer de ella no solo depende de la habilidad de él. Antes de recurrir a un tratamiento farmacológico -el famoso Priligy, una pastilla que actúa a nivel del sistema nervioso central y que está dando muy buenos resultados- conviene hacer un repaso a la propia vida sexual e ir hacia un mundo sexual más lento, más pausado".

Mercedes Peláez para Psychologies Magazine, número 59

Valérie Tasso, en su Antimanual de sexo, ya escribía cosas parecidas al denunciar lo que ella llama el discurso normativo del sexo, lo que nos venden sobre qué debe ser y qué no debe ser en el sexo, que si cómo, que si cuántos, que si cuánto tiene que durar, etc. A propósito de la eyaculación precoz, la sexóloga escribe:

El tiempo no se mide con relojes, sino con emociones, porque el tiempo es el sentimiento de nuestro tiempo. Es por eso por lo que siempre me ha parecido un tanto ridículo emplear un "tiempo objetivo" para valorar una respuesta o para emitir una conclusión. "Todo amor piensa en el instante y en la eternidad, pero nunca en la duración", decía Nietzsche. A la "duración" que transcurre entre la excitación y el orgasmo también le hemos puesto tiempo. Para encontrar, nuevamente desde otra medición, la normalidad y catalogarnos de "subnormales" o de "supranormales" en nuestra respuesta sexual.

La eyaculación precoz, o quizá mejor dicho, el eretismo precoz, tiene que ver exclusivamente con los sentimientos de frustración y satisfacción, no con el paso de las manecillas. Tiene que ver con que vivamos con plenitud una interacción sexual, en la que sean las emociones y no los relojes los que la validen o la sancionen. En la que nos condicione el placer que proporcionamos o recibimos y no los tiempos de ejecución que otros, por muchos que sean, han establecido como convenientes.

Valérie Tasso, Antimanual de sexo

El problema no está en el tiempo de latencia eyaculatoria, sino en la satisfacción de la pareja. Esta es yo creo la definición más acertada, defendida por numerosos profesionales:

¿Qué es la eyaculación precoz?

Se considera que cualquier paciente que eyacula antes de lo deseado, ya sea antes o inmediatamente después de que la penetración ha ocurrido y que además esta situación le cause malestar a cualquiera de los miembros de la pareja presenta eyaculación precoz.

Dr. Rafael Martínez, Servicio de Urología del Hospital Universitario Dr. José E. González

Por último, queda por decir que todas las definiciones de eyaculación precoz manejadas hasta el momento presuponen una práctica sexual concreta como parte integrante del proceso a definir: la penetración, el coito. Es así hasta el punto de que algunos autores clasifican la eyaculación precoz de otra manera. Gindin y Huguet establecen una diferencia entre lo que denominan eyaculación ante portas ("antes de la puerta") o inter femora ("entre las piernas") que comprende los casos de eyaculación cuando se está por introducir el pene. Parece que todo se decide y define en torno al coito. Este coitocentrismo que caracteriza la sexualidad humana actual es para Valérie Tasso una de las principales fuentes de malestar y de insatisfacción humana en lo que al sexo se refiere. Venden el coito como la panacea y la quintaesencia del sexo, cuando muchos no lo viven así.

Algunos enlaces decentes y fiables sobre la eyaculación precoz:
http://www.eyaculacionprecozayuda.com/definiciones-eyaculacion-precos/
http://www.medicinaxxi.com/doc.php?op=especialidad3&id=2135
http://urologiahu.org.mx/eyaculacion_precoz.htm