Test del sexo 2010

Hasta el 30 de septiembre de este año está disponible para todos los mayores de 18 años la quinta edición del Estudio sobre Conducta y Preferencias Sexuales de Usuarios de Internet en España. Expirado el plazo se puede seguir realizando el test, pero los datos no serán tenidos en cuenta para el estudio.


Según la propia página, «el Test del Sexo tiene dos finalidades: presentar y analizar una extensa compilación de datos representativos acerca de la sexualidad española, y también ser una herramienta que ayude individualmente a cada persona que participe a saber su Índice de Pulsión Sexual (IPS)».

Este índice se supone que es una medida de erotización del sujeto, un valor que supuestamente reflejaría el grado de interés que una persona tiene en el sexo, o bien el grado de importancia que el sexo tiene en su vida, pero debo decir tras haberlo realizado con atención que no me parece que las preguntas se ajusten bien a este ambicioso cometido. Los factores que intervienen y explican los porqués de los contactos sexuales de las personas son muy variados y no me ha parecido que queden recogidos de manera representativa en esta encuesta. El test asume que se tiene la oportunidad de practicarlo, parte de esta premisa, pero lo cierto es que no todos tienen las mismas oportunidades. Los que quieren pero no pueden quedan fuera del estudio, por lo que uno de los supuestos objetivos no se logra, ya que puede ocurrir que un individuo tenga más interés en el sexo del que el test refleja por ejemplo por falta de oportunidades o por inexperiencia.

Aclarado este punto, diré que el test también tiene su valor. Hay preguntas interesantes que comentaremos, pero sigue habiendo preguntas un tanto extrañas y sobre todo siguen faltando opciones de respuesta básicas. Por ejemplo, en la pregunta ¿Qué hora prefieres para practicar el sexo?, se ofrece a elegir entre una variedad de momentos del día -mañana, mediodía, tarde o noche- olvidando la opción de, por ejemplo, "a cualquier hora", para aquellos cuya libido no sienta una inclinación especial por un determinado horario en concreto. También, cuando pregunta qué juguetes sexuales utilizas, se ofrece una serie de opciones -vibrador, anillo, gel, efectos calor/frío o bolas chinas- y nuevamente te obligan a escoger solo una, cuando es obvio que muchos echarán en falta la opción de, por ejemplo, varios, todos o ninguno.

Una pregunta que me pareció interesante fue la relativa a las fantasías: Para excitarte mientras te masturbas, ¿con quién sueles fantasear? Conocido, amigo, familiar, pareja de amigo, amigo de pareja, compañero de trabajo, famoso, tu pareja o no me masturbo nunca. Se agradece la variedad de fantasías que se presenta, pero la última opción debería ir precedida de un "varios", a menos que estemos obligados a tener que fantasear siempre o casi siempre con la misma persona.

El mismo problema encontramos en la pregunta ¿Qué te gusta decir durante la relación sexual? Y hasta se incluía un recuadro donde se podía escribir de forma personalizada la frase que quisiéramos. Eso está bien, pero un "nada", para aquellos que no somos habladores en tan íntimos momentos, tampoco estaría de más. Opté por escribir "Nada" en el recuadro en cuestión. Pero peor están las respuestas a la pregunta, para los chicos, ¿Te gusta que te practiquen una felación? Sí y me gusta que se traguen el semen, Sí y me da igual que se traguen el semen o no me gusta, donde uno se queda con cara de tonto pensando si se refieren a que no te gusta que se traguen tu semen o a que no te gusta que te practiquen la felación...

¿Consideras el ano una zona erógena? es una pregunta formulada seguramente para averiguar si seguimos pensando, al menos en el caso de los chicos, que eso es de homosexuales. ¿Cuál es tu mayor temor a la hora de tener una relación sexual? no lograr que mi pareja tenga un orgasmo, no lograr tener un orgasmo, no lograr una erección, que mi pene no le guste o experimentar el síndrome Carnegie, también me ha parecido una pregunta interesante que pone de manifiesto los miedos psicológicos que pueden asaltar en la cama, y de hecho se sabe que la mayoría de los problemas de erección e impotencia son psicológicos (inseguridad, presión, expectativas socialmente impuestas, etc) y no médicos o biológicos. Por cierto, yo el único Carnegie que conozco es el escritor de ensayos de autoayuda, así que el síndrome ese o es una invención puesta como control de sinceridad en las respuestas, o que alguien me ilumine. Hablando de preguntas-control, si la del año pasado era la postura del ornitorrinco que a tantos nos hizo reír, la de este año no es menos graciosa: "el ataque Nimzowich".

Interesante a la par que curiosa es la pregunta ¿Te conectas a sitios de sexo en internet después de ver un evento deportivo en televisión? Si gana mi equipo para celebrarlo, Si pierde mi equipo para ahogar penas, A veces, Siempre o Nunca. Creo que lo que pretenden averiguar es si experimentamos un aumento de la libido después de ver un evento más o menos emocionante. Si es así, habría quedado mejor que lo preguntasen directamente así, ya que de la otra manera no faltará quien se querría conectar pero no puede o alivia la tensión de otra manera...

Por último, señalar que hasta la crisis tiene su pequeño papel en este estudio, ya que nos preguntan si notamos que la crisis haya influido negativamente en nuestra vida sexual habitual. Lejos de ser una pregunta baladí, seguramente tiene que ver con el hecho de que se haya afirmado, desde la biología evolutiva, que la economía es un tema de máxima preocupación para la mujer a la hora de tener relaciones íntimas, de tal forma que ésta podría perder interés en el sexo por estar más preocupada por cómo llegar a fin de mes, siendo un poco tosco. Para el hombre también podría ser una fuente de estrés por cuanto que la crisis amenaza la estabilidad del empleo en muchos gremios.

Me ha parecido más interesante ver qué preguntas ponen e intentar averiguar a través de ellas qué quieren saber de nosotros exactamente, que conocer el índice de pulsión sexual ese, que como he sugerido al principio, me parece una tontería como una catedral de grande.

Hasta la próxima.